viernes, 13 de marzo de 2015

Síndrome del perro nadador

CC por http://petfisio.com.br/esp/caonadador.php
El síndrome del perro nadador, también llamada síndrome de cachorro nadador o plan de perro, es una anomalía del desarrollo de las crías, que se caracteriza por la dificultad en la deambulación (caminar). Sin embargo, ello se ha atribuido a factores genéticos y ambientales, tales como nutrición y suelos lisos o el exceso de oferta de proteína en la madre. Es una observación común en perros de razas condrodistroficas de patas cortas, como las razas bulldog francés e inglés, pekinés y basset hound; sin embargo también se han recibido informes de este síndrome en animales de otras razas y los perros mestizos.

CC por http://petfisio.com.br/esp/caonadador.php
Las manifestaciones clínicas se puede observar dentro de dos a tres semanas después del nascimiento, durante el cual ya debe ser locomoción cuadrúpedo. Hay una hiperextensión de las articulaciones de las rodillas y los corvejones, y la articulación hiperfletida de la cadera bilateral.
Debido a la falta de capacidad para permanecer en la estación, los animales parecen ser débiles y debilitados. Además, como resultado de la falta de apoyo del esqueleto apendicular, se produce una compresión dorsoventral del tórax, el abdomen y la pelvis, lo que conduce al movimiento similar a nadar.
El tratamiento varía con los cambios exhibidos por el animal. Por lo general, el tratamiento es conservador, con el uso de un vendaje de yeso adhesivo, dirigido a mantener a los miembros en la posición anatómica, lo que da mayor estabilidad a la deambulación.
La terapia física es de suma importancia y debe ser de 4 a 5 veces al día durante al menos 10 minutos. El suelo del lugar donde vive el animal deberá ser antideslizante, preferentemente suave para evitar un aplanamiento más intensa del esternón. Otro punto importante es el control de peso corporal, para evitar dañar y sobrecargar los miembros posteriores.

Cuando se le da tratamiento, aproximadamente el 90% de los cachorros recuperarse sin secuelas. En un porcentaje menor (10% ), el animal también pueden recuperarse espontáneamente, pero tan tarde. Sin embargo, cuando las cuatro extremidades están afectados, el porcentaje de recuperación disminuye considerablemente. Con la presencia de complicaciones respiratorias, el pronóstico es menos favorable.

La increíble historia del perro Mick

La historia que hoy les contamos es una de esas que llegan a lo más profundo de los sentimientos. Un relato que, si no es de película, bien puede ser una de las más entrañables memorias caninas que se puedan contar y un ejemplo de que la convicción por triunfar no es propia de seres humanos.  Su nombre es Mick, el Boston Terrier, y esta es su historia.
Mick es un lindo cachorro que nació con la enfermedad del “Síndrome del perro nadador”; un trastorno que impide que un perro pueda mantenerse de pie o sentado debido a la forma plana de su pecho, que ocasiona que no pueda sostener su cabeza en alto y que sus extremidades se encuentre rígidas. Los perros que sufren esta enfermedad toman una postura que se asemeja a la de una rana nadando, es decir, con el pecho pegado al piso y las patas abiertas.
Los padecimientos están presentes desde el nacimiento pero sólo resultan visibles hacia la segunda o tercera semana de vida del cachorro, tiempo en el que comienzan a caminar.
Lamentablemente la mayoría de los cachorros que nacen con esta complicación suelen ser sacrificados debido a la desinformación y a la nula aplicación de terapia necesaria para mantenerlos con vida. Sin embargo; La Fundación Mia, encargada de ayudar animales con defectos de nacimiento, decidió brindarle la ayuda necesaria para sacarla adelante. Mick obtuvo la oportunidad de su vida.
La terapia consistió en pequeñas sesiones de nado. Al principio Mick se mostraba temeroso del agua pero sus ganas por mejorar vencieron su miedo. El ejercicio diario liberó la presión en su pecho y con la ayuda de sus amigos consiguió la motivación para seguir fortaleciéndose. Por medio de un arnés se estimulaba la correcta postura de sus extremidades, y mediante una bandita se colocaban sus patas en la posición adecuada propiciando el desarrollo ideal del músculo

Para asombro de todos, comenzó a fortalecerse tras las sesiones de trabajo y al poco tiempo ya conseguía mantenerse sentado. Gracias a esto el cachorro ganó más confianza en su trabajo por lo que en el momento menos esperado, ¡Mick comenzó a caminar!



¿Qué te pareció?

En Nuugi te invitamos a compartir esta conmovedora historia con el fin de alentar a las personas a brindar ayuda a cualquier amigo perruno que se pueda encontrar en esta difícil situación. Juntos, perros y humanos, podemos cambiar al mundo ¡Guau!


CC por https://www.nuugi.com/tag/nuugi/

Más historias acerca del tema: 

No hay comentarios:

Publicar un comentario